Vierteaguas en La Hoya

La arquitectura canaria tradicional en San Miguel de Abona, sigue las características de la del sur de la isla, más simple que la desarrollada en el norte y Santa Cruz.

Las casas se disponen por agregación de cuartos, según las necesidades de la familia, en torno a un patio, generalmente no porticado, en un esquema con forma de u o ele. El acceso a la calle se hace por un zaguán, generalmente no centrado al patio.  En ejemplares de más de una altura, la escalera es exterior, adosada al muro. A veces la entrada al piso superior se protege con un pequeño tejadillo.

La estructura portante es de muros de caga de mampostería en seco, de 50 a 60 cm de espesor, usando bloques de tosca p piedras vivas, intercalando ripios o trozos de tejas en las uniones,  siendo las bases de piedra viva en ocasiones, con refuerzos e las esquinas, de sillares de piedra molinera, en las partes bajas y  de canto bien tallados en las superiores.  En contra de la costumbre actual, todo el muro se realizaba para ser cubierto con mortero de cal. En los casos en que había que ahorrar, bien por la naturaleza modesta del edificio o por la disponibilidad económica  de los propietarios, o simplemente porque el muro daba a una zona de paso o servicio, o a una fachada lateral o trasera se dejaba sin mortero o este se aplicaba sólo sobre las uniones de los bloques, en cualquier caso siempre enrasado con ellos. La costumbre actual del almendrado, resaltando las juntas simplemente no existía. Además, los sillares de las esquinas no se dejaban vistos. A veces, en contextos urbanos, se marcan las esquinas con pintura de otro color, esgrafiados sobre el mortero de cal, o chapoteado con mortero de cemento. Lo mismo es aplicable con los zócalos o arrimaderos de las fachadas. Uso de otro color, esgrafiado o chapoteado.

Las cubiertas son de teja, con estructura de madera, a par-hilera en habitaciones grandes, o con viga maestra en aquellas más pequeñas. Las cubiertas planas son más modernas, y disponen de un canalón de desagüe de piedra chasnera.  No hay cubiertas de par y nudillo, excepto en las construcciones singulares, como la nave central de las iglesias.

Las carpinterías están siempre enrasadas al exterior y son de madera de tea en los ejemplares más antiguos y de riga en los modernos. La tea es imputrescible e impermeable, por lo que las carpinterías antiguas no tenían protección de barnices o pinturas. Las de riga, y carpinterías más modernas siempre están pintadas, existiendo la incorrecta costumbre moderna de decaparlas y barnizarlas.  En ejemplares más antiguos, las hojas son abatibles al interior, sin cristales y con portillos de cojinetes. Coexisten con ventanas de guillotina, (las sash-windows inglesas), pero sin el mecanismo de contrapeso desarrollado por los ingleses en el xviii, que las hace tan cómodas.  Es una abominable costumbre moderna el suponer que todas las carpinterías estaban pintadas de verde y las fachadas de blanco o tonos amarillentos. La variedad de colores era muy acusada, colores fuertes muy alejados de los tonos pastel actuales. Un caso típico de prostitución actual es almendrar la fachada, dejar algunas piedras vistas, y substituir las carpinterías originales por copias de aluminio verdes y blancas.